Querida Pachamama o Madre Tierra:
Es difícil dirigirme a
usted sin llenarla de preguntas, llenarla de millones de halagos y pero
poquísimos resentimientos por una que otra cosa que le comentare más
adelante. De antemano quería agradecerle la posibilidad de dejarme
plasmar algunos pensamientos que no se los puedo comentar a muchos,
porque muchas veces he tratada de presentar mi postura frente a otras
personas pero siempre no lo toman en serio, se ríen, me ven con cara de
“¿Qué esta hablando esta loca?
Son muchas las noches en
las que he pensado en usted, en las típicas en las que se recopilan las
cosas que uno hace en el día o quizás durante todos los días en que me
has cobijado; como una de tantas noches derrame una que otra lágrima
pensando ¿Qué estamos haciendo contigo?, ¿Por qué nos dejas estar aquí
siendo que lo único que hacemos es flagelar una y otra vez el bello
sistema que nos das a nuestro libre albedrío?
Todo es tan
bello cuando estoy en sitios libre de smog, autos, ruidos, gente, solo
estamos tu y yo, de forma más bien indirecta, porque cuando estas
conmigo estas a la vez con cientos de seres que están en mi metro
cuadrado, ¡y eso es realmente admirable! ¿Cómo lo haces?
Recuerdo
una vez iba caminando por una avenida en la que habían grandes árboles y
un día, debido a la ampliación de la calle, talaron todos estos
gigantes verdes, y me toco ver el momento en que talaban sin piedad uno
de ellos, aquel sentimiento nunca lo olvidare, sentí impotencia, rabia,
ganas de sacar a esa gente y abrazarme a aquel árbol para nunca
soltarlo. Pero solo me restringí a mirar a esos hombres y derramar una
lágrima, no fui capaz de nada más, disculpa si no lo hice, es así como
aquel hecho no lo puedo quitar de mi mente, y eso que sucedió hace mucho
tiempo. Es por esto mismo que en cada verano, época muy propensa a
incendios forestales, me deprimo mucho y siento impotencia de no poder
hacer nada pero ahí es cuando pienso y me consuelo, que todo esta
regulado por ti, tu haces lo que crees que es mejor para nosotros.
Querría citar esta frase de un cantante, que realmente siento que da en el caso:
“Tierra
que has sufrido el martirio de las manos del odio armado de odio” Es
cierto que hay un odio impregnado en el ser humano, pero ¿De que?
Tenemos miedo a que el día de mañana otro ser venga y nos pisotee como
nosotros lo hacemos con otras especies con quienes debemos cohabitar.
Ese instinto natural de supervivencia lo hemos deformado tristemente,
nos creemos satisfechos al arruinar al otro pero al ver que nos sentimos
mas vacios creemos que haciendo mas daño lograremos algo, es así como
creamos el odio ¿El odio hacia que? Es odio hacia nosotros mismos,
porque sabemos que no somos el centro de usted ni de nadie, somos solo
una mini población que durara menos que los dinosaurios, porque no
aprendemos sus valores, queremos ser mas que lo que debemos ser, y
creemos que somos más que nuestros propios hermanos, pero no lo somos;
las especies que están en peligro de extinción gracias a nosotros,
luchan y luchan por seguir adelante para preservar su especie. De ellos y
de usted tenemos que aprender, tenemos que dejar el “yoismo” y ponernos
de una vez por todas en el lugar del otro, de los otros.
Cuando
estaba en el colegio intentaron hacer un plan de reciclaje, poniendo
los distintos botes de basura cada uno indicando que tipo de basura se
podía botar en cada uno. Así es como comenzó con mucha fuerza una linda
forma que inculcar en los pequeños lo importante y necesario que es
cuidar nuestro entorno. Pasaron algunas semanas y ya los alumnos ponían
la basura donde querían, pero ¿Como no? Si al salir del colegio se veía
toda la basura mezclada para cuando llegara el camión de la basura.
Siempre
nos enseñas a amar tal como tú amas a todos tus hijos, pero
lamentablemente, nosotros no somos capaces de devolverte aunque sea un
poco de cariño del que tu nos entregas incondicionalmente. A usted la
admiro, por esa paciencia, por esa fuerza, por ese equilibrio, por esa
impresionante perfección, y por esa incondicionalidad hacia todo lo que
pisa este planeta; pero también, la admiro por esos remesones tan
pequeños que envía de vez en cuando para avisarnos que usted esta ahí,
ahí vigilándonos, alerta de las cosas malas que hacemos, a veces
haciéndonos pagar de cierta forma el dolor que nosotros que provocamos;
es decir, si nosotros le tiramos mil bombas atómicas, usted solo nos
tira dos, para que nosotros entendamos, pero es evidente que no lo
hacemos ¿Hasta cuando aguantara?
El dolor que hoy siente
usted pocos lo visualizan, muchos se hacen los desentendidos diciendo:
“Como fumo, moriré en 30 años más y no veré que se acabe el agua ni el
petróleo, ni…” pensando que al decir eso se desligan de la catástrofe
ecológica inminente, pero están ciegos, porque la catástrofe esta AQUÍ,
convive con nosotros. Por culpa de ellos, de todos nosotros, todos los
humanos, que tenemos un egoísmo incrustado, no somos capaces de asumir
que toda nuestra culpa y que hay que hacer algo AHORA. Quiero ver 2 años
más esas personas que hoy dejan el agua corriendo por horas, sin agua
para bañarse; quiero ver a esa gente que bota desechos tóxicos por el
desagüe, después alegando porque no tiene lechuga para comer en el
almuerzo; quiero ver a esa gente que bota y bota basura (sin reciclar)
vivir al lado de un basural con basura que nunca se degradara; y tantas
cosas que me dan impotencia el solo ver y pensar, quisiera realmente
pegarles a todos una cachetada para que reaccionen.
También hay
muchos de ellos que dan como excusa: “Yo no tendré hijos” para así darse
la libertad de dañarte, pero que les cuesta pensar que quizás sus
hermanos o sus amigos si quieran dejar descendencia, ellos también
tienen derecho a ver las maravillas que hasta hoy nos entregas, paisajes
hermosos donde podemos estar y nadie nos quitara, porque usted los
tiene a nuestra libre disposición; aquellos niños del mañana tienen
derecho a jugar en patios, buscar bichitos, embarrarse con tierra, hacer
colección de hojas, entre otras cosas; porque si seguimos así, no habrá
ninguna diversidad de bichitos, hojas, etc.
Gracias por
entregarnos paisajes que nos permiten inspirar obras, gracias por
facilitarnos y enseñarnos sistemas que hoy en día nos ayudan en vivir
una vida mas “moderna” llena de avances tecnológicos que no nos hacen
vivir mejor, sino que aislarnos más y vivir sin estar pendiente de
usted. Que difícil debe ser que tú nos des la mano y que luego nosotros
la mordamos.
Creo en ti, que en algún momento nos hagas
reaccionar y que todos caminaremos hacia el mismo camino. Creo que por
tus medios nos podrás guiar hacia un final mas feliz. Quiero a cada uno
de mis hermanos, y quiero que los otros seres también sean capaces de
quererse y respetarse. Por eso es que estoy aquí, por usted, por esto es
que estudio esta carrera que me llena de alegría y felicidad, el saber
que trabajare para que tu seas mas feliz y que te haré mas fácil el
trabajo tan arduo. Un medico veterinario tiene el rol de educar e
inculcar en la gente el valor que tiene cada especie de este planeta,
que cada ser que habita con nosotros hay que cuidarlo, respetarlo y
protegerlo.
¿Cómo será el día que tengamos que
alejarnos de sus brazos? Usted podrá seguir viviendo y por fin arreglara
todo lo que nosotros desajustamos, se relajara y no sentirá más dolor.
Se que para usted es muy difícil tomar una decisión así, pero quizás la
solución más fácil y rápida es que desaparezcamos. Es por esto que hoy
debemos tomar el chance que nos esta dando, y tratar de revertir o
quizás mantener el daño para que de a poco usted pueda actuar.
Estoy
muy agradecida de ser su hija, querida Pachamama, estoy orgullosa de
hoy en día convivir con usted, que me alimente y conviva con mis
hermanos gracias a usted. Prometo que haré algo, aunque sea un mínimo
aporte para que usted sobreviva y que sus futuros hijos la conozcan como
yo lo hice, bella y dulce.
Gracias por darnos la posibilidad de vivir y subsistir a partir de usted,
“Gracias a la vida un día más”
Atte.
M. G. C.